La profetisa a quien nadie creía
Apolo prendado de la belleza de Casandra le prometió concederle el don adivinatorio pero a cambio de que se le entregase. Casandra aceptó, pero ya con los poderes se negó a cumplir su parte del trato. Enfurecido, Apolo le escupió en la boca condenándola a que nadie le creyera sus vaticinios.
Información del powerpoint
- Fecha: 17/04/2012
- Tamaño: 4.29 MB
- Categoría: Lugares y Paisajes
- Autor: Jorge
- Formato: Office Power Point 2000/3